Mas hippies en la Argentina

El moviemiento hippie también tuvo influencia en nuestro país. Los jóvenes argentinos que compartían ese espíritu de luchar por un cambio social copiaron algunas caracteísticas de los originales de San Francisco, aunque tenían sus propios reclamos. Si bien nuestro país no estaba en guerra, el poder había sido ocupado por un gobierno militar presidido por Juan Carlos Onganía y la juventud se sufría la restricción de sus libertades públicas.
Mucha gente opinaba que aquellos adolescentes que soñaban con cambiar el mundo por el camino de la no violencia eran “unos melenudos sucios que no tienen otra cosa que hacer” . A menudo la policía conincidía con ese juicio y los hippies pasaban la noche en prisión.
Pero asemás, los hippies se juntaban para hacer música y fue ahí cuando surgió una corriente que logró perdurar: el rock nacional. Con el tiempo, pasaron a ser una moda...

NAUFRAGOS: LOS HIPPIES ARGENTINOS

Era tan difícil querer ser hippie en la Argentina de 1967 que el pelo largo se llevaba atado debajo de las camperas y las camisas floreadas (tan flower power) se disimulaban debajo de los sacos. La anécdota la cuenta a este diario Pipo Lernoud, uno de los primeros hippies argentinos junto a Miguel Abuelo, Moris y Tanguito. Claro que ellos, embarcados en la idea de construir un hippismo de cuño nacional, adaptado a una realidad argentina tan distinta a la de las sociedades opulentas donde el hippismo nacía, preferían no llamarse hippies. Y se llamaron a sí mismos náufragos. De allí el popular verso del himno fundacional del rock nacional, La Blasa. Ese que dice "con mi balsa yo me iré a naufragar".
Los primeros hippies argentinos se reunían en La Cueva -el bar fundado por Sandro-, La Perla del Once -también famoso porque en su baño se compuso La Balsa- y en Plaza Francia. Y su existencia fue casi desconocida hasta que en 1967 se publicó el simple de Los Gatos que contiene los temas Ayer Nomás y La Balsa.

Con todo, aún así nunca hubo "un desarrollo del hippismo como movimiento en la Argentina", dice Lernoud, quien apunta que "nuestra existencia como hippies fue casi testimonial. Teníamos contacto con otros como Caetano Veloso y Gilberto Gil que mantenían una postura parecida en Brasil, pero mientras nosotros nos reuníamos en Plaza Francia, en Estados Unidos los Diggers tenían suficiente estructura como para montar una clínica gratuita para asistir a los hippies que estaban en la calle".